La educación financiera en España, por los suelos. Desde 2008 se están impulsando planes para mejorar la educación financiera impulsados por el Ministerio de Economía, el Banco de España y la CNMV. El resultado se mide a través de una encuesta realizada por el Banco de España y plantea tres preguntas básicas sobre inflación, interés compuesto y diversificación, y es preocupante que después de todos estos años tan solo el 19% fuese capaz de responder correctamente a las tres cuestiones, demostrando un nivel de cultura financiera muy pobre en España, por debajo del resto de los países de la OCDE.
En primer lugar, parece obvio que deberían revisarse estos planes, vistos los resultados.
El problema de esto es que la falta de educación financiera puede tener un impacto significativo en la riqueza de las familias a largo plazo. Algunos motivos por las que esto puede suceder serían:
- Falta de Planificación Financiera: Sin educación financiera, las familias pueden tener dificultades para establecer metas financieras realistas y desarrollar un plan para alcanzarlas. La falta de un plan financiero puede resultar en gastos innecesarios, deudas acumuladas y una incapacidad para ahorrar e invertir de manera efectiva.
- Gestión Ineficiente de Deudas: La falta de comprensión sobre el manejo de deudas puede llevar a decisiones financieras perjudiciales, como la acumulación de deudas de alto interés. Esto puede afectar negativamente el patrimonio neto de una familia a medida que los intereses se acumulan con el tiempo.
- Inversión Inadecuada: La falta de conocimiento sobre opciones de inversión puede llevar a decisiones de inversión inadecuadas. Sin una comprensión sólida de cómo funcionan los mercados financieros, las familias pueden perder oportunidades de crecimiento de su riqueza a través de inversiones más efectivas.
- Falta de Protección Financiera: La falta de educación financiera puede resultar en la falta de seguro adecuado para la salud, propiedad y vida. Eventos inesperados como enfermedades graves o pérdida de empleo pueden tener un impacto devastador en la situación financiera de una familia sin la protección adecuada.
- Retiro Insuficiente: La falta de planificación para la jubilación es común cuando no hay educación financiera. Las personas pueden no ahorrar lo suficiente para mantener su calidad de vida durante la jubilación, lo que puede resultar en dificultades financieras en la vejez.
En resumen, la educación financiera es clave para tomar decisiones informadas sobre el manejo del dinero, las inversiones y la planificación del futuro. La falta de este conocimiento puede llevar a una gestión financiera deficiente y, en última instancia, afectar negativamente la riqueza de las familias a lo largo del tiempo.
Por otro lado, cabe señalar que un mayor conocimiento siempre nos habilita a tomar mejores decisiones y especialmente a tomar conciencia (que ya es muy importante), pero contestar bien a estas tres preguntas tampoco es suficiente para saber gestionar el dinero, para ello es necesario confiar en un asesor financiero que mire por los intereses de sus clientes y les acompañe en este camino.
En este sentido, también hay varias razones por las cuales muchas familias se resisten a contratar los servicios de un asesor financiero:
- Costes asociados: Los servicios de asesoramiento financiero a menudo conllevan costes, ya sea en forma de tarifas fijas o porcentajes de los activos gestionados. Las familias pueden percibir estos costes como “caros”, sin percibir el valor que esta gestión puede aportar.
- Falta de conciencia: Algunas personas pueden no estar completamente conscientes de los beneficios que un asesor financiero puede proporcionar. La falta de comprensión sobre cómo un asesor puede ayudar a mejorar la gestión financiera personal puede llevar a la renuencia a contratar sus servicios.
- Confianza y desconfianza: La confianza es fundamental en la relación entre un asesor financiero y su cliente. La falta de confianza en la industria financiera, los temores sobre posibles conflictos de intereses o la desconfianza en la capacidad del asesor para gestionar efectivamente los recursos financieros pueden disuadir a las familias de buscar ayuda profesional.
- Percepción de que no tienen suficiente dinero: Algunas personas pueden pensar que solo aquellos con grandes sumas de dinero necesitan servicios de asesoramiento financiero. Sin embargo, los asesores financieros pueden ser beneficiosos para personas con diversos niveles de ingresos y activos.
- Falta de tiempo: La búsqueda y selección de un asesor financiero adecuado lleva tiempo y esfuerzo. Muchas personas, especialmente aquellas con horarios ocupados, pueden postergar la tarea o sentir que no tienen el tiempo necesario para abordar este aspecto de su vida.
- Percepción de autosuficiencia: Algunas personas prefieren manejar sus finanzas por sí mismas, ya sea por un deseo de control o por la creencia de que pueden aprender lo necesario para tomar decisiones financieras sólidas sin la ayuda de un profesional.
- Experiencias pasadas negativas: Aquellos que han tenido experiencias negativas con asesores financieros anteriores pueden ser reacios a buscar ayuda nuevamente. Estas experiencias pueden incluir malentendidos, malos resultados financieros o una falta de transparencia.
En resumen, salvadas ciertas barreras, la contratación de un asesor financiero puede ser un paso importante para mejorar tu salud financiera, incrementar tu riqueza futura y ser capaz de tomar decisiones con mayor libertad y seguridad.
No dudes, y comienza a gestionar tus finanzas de forma óptima y en función de tus objetivos concretos, marcarás la diferencia y te asegurarás tu futuro económico.
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